El escritor vallecaucano Gustavo Álvarez Gardeazábal sumará ocho décadas de vida el próximo 31 de octubre —no es brujo, pero le llaman El Oráculo de El Porce—, con una memoria sorprendente, actividad intelectual diaria con sus 2600 contactos de whatsapp, a quienes, sin falta, les envía sus crónicas, y una irreverencia incurable, al igual que muchos males que aquejan su cuerpo y que enumera, sin reparo, como si se tratara de sus exitosas obras literarias:

“El frío de esta mañana me tiene la voz agrietada. Tengo problemas en una pierna. Cuando no es por la circulación, es por la rodilla —y camino todos los días una hora—, pero tengo unas dietas decretadas por mí. Fui quitando lo que me hacía daño y coincide con lo que la dietista y el médico me formulan; tengo dieta para el hígado, dieta pa

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