Josh Jacobs anotó desde la yarda 1 con menos de dos minutos en el reloj y llevó a los Green Bay Packers (4-1-1) a un triunfo, que requirió sangre, sudor y lágrimas, por 27-23 sobre los Arizona Cardinals (2-5).
Los Packers presentaron dos caras muy diferentes en el partido, lo que costó meterse en un hoyo del que poco a poco salió.
El equipo de Green Bay lució inoperante en la primera mitad, pero solo se fue abajo al medio tiempo por siete puntos gracias a un gol de campo de 61 yardas de Lucas Havrisik con el reloj en ceros.
La ofensiva de los Cabeza de Quesos recuperó la memoria en la segunda mitad y con el primer acarreo de anotación de Jacobs igualó el marcador a 13 puntos.
Arizona no fue el rival fácil y accesible que muchos pensaron y contestó de inmediato, en lo que