El Papa León XIV canonizó el domingo al querido “médico de los pobres” de Venezuela ante decenas de miles de personas, ofreciendo a la nación sudamericana su primer santo, en medio de tensiones diplomáticas con Estados Unidos.
Es decir, el primer papa norteamericano, concedió la canonización de dos figuras profundamente queridas en Venezuela, además de José Gregorio Hernández, también se canonizó a Carmen Rendiles, fundadora de una congregación religiosa y ejemplo de fortaleza.
De hecho, F rancisco aprobó la canonización de Hernández desde su habitación de hospital el 24 de febrero, acordando pasar por alto el proceso típico de confirmación de milagros del Vaticano para declararlo santo basándose en la “amplia veneración del ‘doctor-santo’ entre los fieles”, dijo el Vaticano.
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