De la mano de un doblete de doblete de Yassir Zabiri, Marruecos venció el domingo 2-0 a Argentina para coronarse campeón de un Mundial Sub-20 por primera vez en la historia.
Los comandados por el entrenador Mohamed Ouahbi, nacido en Bélgica, confirmaron el gran momento del fútbol marroquí, que en los últimos años ha pasado de promesa emergente para ir consolidándose como potencia regional en el concierto internacional del fútbol. Lo hicieron al someter en la final a la Albiceleste, máxima ganadora de la categoría con seis títulos.
A pocos minutos del inicio de la cita, en un abarrotado Estadio Nacional de Santiago, surgió la primera polémica de un encuentro intenso: una jugada peligrosa del argentina argentino Santino Barbi sembró dudas sobre una posible falta en el área. Ouahbi soli