En el reciente Coloquio de IDEA en Mar del Plata, las cuitas empresarias versaban sobre aspectos clásicos de la actividad doméstica. Las tasas de interés, la caída en el consumo, la incertidumbre política y en definitiva todo lo que se viene tras las elecciones del próximo domingo. La tarea por delante no es menor y es lo de siempre: las reformas impositiva, laboral y previsional .

Pero en los encuentros en el Sheraton de Mar del Plata se agregó una tarea adicional: frenar el auge del contrabando. Está en el ADN argentino. Desde los siglos XVI y XVII, España impuso el monopolio comercial y solo se podía comerciar vía Lima. Buenos Aires fue un epicentro del contrabando con portugueses, ingleses y holandeses. Con la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776 disminuyó, pero

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