Santiago

En una noche cargada de nostalgia y sofisticación, Rod Stewart demostró en el Claro Arena por qué sigue siendo uno de los grandes showman del rock.

Con una mezcla perfecta entre humildad, profesionalismo y una prestancia escénica que solo da la experiencia, el artista británico ofreció un espectáculo impecable, lleno de energía y emoción.

Desde los primeros acordes, Stewart se mostró en “onda” , disfrutando cada segundo sobre el escenario. Su voz, aún potente y afinada pese a los años, fue el hilo conductor de una velada que transitó entre clásicos imperecederos y momentos de auténtico virtuosismo.

“Forever Young” se convirtió en uno de los puntos álgidos : mientras se quitaba la chaqueta, las pantallas proyectaban marcos estilo Polaroid con la frase Forever Young 19

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