Hernández Iglesias es una calle peculiar: perpendicular a Arturo Soria, donde empieza, y una longitud de poco más de 250 metros, está cortada al tráfico por sus dos extremos, y solo dos vías la atraviesan. Puede que sea por esta peculiaridad que el Ayuntamiento de Madrid la haya elegido para formar parte del plan de peatonalización llevado a cabo por el consistorio en distintos distritos de la ciudad. Sin embargo esta supuesta mejora no están siendo recibidas con alegría por los vecinos de esta calle –y aledañas–, más bien, todo lo contrario. No por el ruido y las molestias sufridas desde hace casi un año por las obras realizadas en Misterios, Marqués de Pico Velasco e incluso José del Hierro y los problemas de circulación derivados de ellas. La gota que ha colmado el vaso ha sido la con
Columpiarse entre salidas de garaje

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