Santiago de Chile, 19 oct (EFE).- El título este domingo de Marruecos, segundo país africano en proclamarse campeón del mundo juvenil, en el Mundial Sub-20 de Chile ante Argentina, no ha sido una sorpresa.
Desde su primera victoria por 2-0 frente a España en el debut del grupo C, ‘el de la muerte’, demostró todas las virtudes futbolísticas que le han llevado a un entorchado histórico: solidez defensiva, orden y rigor táctico, velocidad en la salida y unas gotas de gran calidad técnica en un tridente de ataque espectacular.
Y las extradeportivas: concentración, convencimiento, hambre y un plan claro de la federación marroquí de formación, de cara al mundial de 2030, que se disputará en España, Portugal y la propia Marruecos.
La misma receta que combinó para derrotar después a Brasil por