La tregua en Gaza se ha visto gravemente amenazada tras un ataque de Hamás que resultó en la muerte de dos soldados israelíes. Este incidente, ocurrido en Rafah, ha llevado al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a ordenar bombardeos aéreos en respuesta. Al menos 14 palestinos han perdido la vida en estos ataques, que han sacudido nuevamente a la población de la Franja.
El enfrentamiento comenzó cuando combatientes de Hamás dispararon misiles antitanque contra una unidad militar israelí. Este ataque ha sido calificado por Israel como una violación flagrante del alto el fuego, que había estado en vigor desde hace una semana. En consecuencia, el gobierno israelí ha decidido bloquear la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, lo que agrava aún más la situación de los residentes, que ya enfrentan una crisis humanitaria.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han llevado a cabo bombardeos en varias localidades, incluyendo Yabalia y Deir el Balah, y han informado de la destrucción de 120 objetivos, muchos de ellos túneles utilizados por los militantes. La situación se complica aún más con la afirmación de Hamás de que no tiene control sobre todos sus miembros, lo que sugiere que algunos podrían actuar de manera independiente.
El Departamento de Estado de EE.UU. ha expresado su preocupación por la escalada de violencia y ha instado a ambas partes a mantener la tregua. A pesar de las tensiones, Hamás ha declarado su compromiso con el acuerdo, aunque ha señalado que la búsqueda de cuerpos de rehenes se ha visto obstaculizada por los escombros resultantes de los ataques israelíes.
La situación en Gaza es crítica, con informes de que la ONU ha declarado la hambruna en la región. La Casa Blanca ha intervenido en un intento de salvar la tregua, que es vista como un proyecto estadounidense. Sin embargo, la reciente escalada de violencia pone en riesgo no solo el acuerdo de alto el fuego, sino también la vida de miles de palestinos que dependen de la ayuda humanitaria.
Netanyahu ha convocado reuniones de emergencia con su gabinete de defensa para evaluar la situación y decidir los próximos pasos. La comunidad internacional observa con atención, ya que cualquier nueva escalada podría tener consecuencias devastadoras para la región. La fragilidad de la tregua se hace evidente, y las posibilidades de un retorno a la violencia abierta son cada vez más preocupantes.