« No es venganza, es justicia », así de contundente se ha expresado Marisol Burón, la madre de la joven Marta Calvo, al hablar de la prisión permanente revisable . Tras cumplirse seis años del asesinato de su hija, Burón conversa con OKDIARIO sobre el dolor y la rabia al saber que nunca hallará consuelo al no poder darle una digna sepultura a su cuerpo. Hablamos con ella sobre la pena de prisión que se le impuso en 2024 al asesino. «Me quitó la vida». Para ella, las leyes en España « son tan laxas que empoderan a los criminales ».

PREGUNTA.- El Tribunal Supremo decidió el pasado año 2024 aplicar la prisión permanente revisable para el asesino de su hija. Cuando sabe que este hombre no va a salir de la cárcel, ¿cómo se siente?

RESPUESTA .- Mal. Primero, por no tener el cuerpo de mi hija, lo que impide cerrar el duelo. No sabes qué ha pasado con tu hija, no has visto a tu hija, no sabes si está viva o está muerta aunque la Guardia Civil te diga que sí, que falleció el 7 de noviembre. Siempre parece que tienes esa espina de la duda, por inconsistente que sea, porque porque creo que el cerebro humano está hecho no tanto para creer como para ver y así tener la certeza. Después de toda una lucha, que le hayan dado a este individuo una prisión permanente revisable no ha sido fácil, ha sido costoso y ha sido muy largo. Dentro del mal, me siento bien porque creo que le he hecho justicia a mi hija.

P.- En España parece un tema tabú hablar de venganza pero, ¿hay ese resarcimiento?

R.- Esto no es venganza, que le digan a los padres de Marta del Castillo si esto es venganza después de tantos años. Van a cumplirse seis años del caso de mi hija y yo no tengo ningún rencor porque ni me acuerdo de él. Si realmente mi rencor le llegara él, sería la persona más rencorosa del mundo, pero es que de él no me acuerdo. De quien me acuerdo todos los días es de mi hija.

P.- Usted le plantó cara al asesino de su hija en los tribunales. ¿Qué le viene a la cabeza cuando se refieren a usted como «madre coraje»?

R .- No sé si soy fuerte o débil, pero lo cierto es que yo sin ganas, sin esfuerzo, sin nada o sin querer vivir, porque realmente no quieres ni vivir, tuve que decirle a mi mente «no», esto es para mí y voy a tirar del carro. Y yo voy a salir de esto, voy a ir para hasta el final.

P.- Es usted muy valiente.

R. - Valiente o no valiente,  yo creo que cualquier padre lo haría. Entiendo que haya madres que digan que no valen y se rompan. Pero me siento fuerte y creo que lo hice por mi hija y por todas estas personas, y lo volvería a hacer mil y una vez más por hacerle justicia a mi hija.

P.- ¿Cómo recibe que se quiera ampliar la prisión permanente  revisable a casos en los que no aparezca el cuerpo de las víctimas o se sea reincidente en el delito de asesinato? ¿Hay esperanza para que sea un estímulo para los reos a decir la verdad?

R.-  Tenemos que tener claro que hay que endurecer las leyes. Quien esconde un cuerpo y de esa forma mata en vida a la familia de la víctima, no es normal que tenga derecho a callar y, así, hacer que el resto de la familia se vaya consumiendo poco a poco.

P.- ¿Nuestro Código Penal es muy laxo?

R.-  Si muchos que esconden los cuerpos supieran que se les iba a aplicar la prisión permanente revisable, creo que se lo pensarían. Tenemos unas leyes tan obsoletas en España que ya no hay consecuencias justas ante los delincuentes. Y como no hay consecuencias, ellos mismos se empoderan. Hay que dar un golpe en la mesa y decir se acabó. Habrá que intentar que, por lo menos, podamos enterrar a nuestros hijos, un duelo es fundamental.

P.- El PSOE  y Podemos han llegado a pedir la derogación de la prisión permanente revisable, ¿cómo llegaron a sentirse al escucharles?

R.-  Ahora ha sido mi hija, pero es que mañana puede ser la de uno de ellos. Todo se politiza. Cuando llevamos esto al Congreso, y nos sentamos ahí arriba, se levantaron todos menos el PSOE. No tuvieron la decencia de mirarnos ni de aplaudir ni de levantarse de la silla. No percibimos de ellos ni humanidad y me sentí tan mal que lloré, porque vi que no les importábamos nada.

P.- ¿Cómo ha ido variando la posición de los partidos políticos en todo este tiempo?

R.- Está todo igual. Nada ha cambiado. Cuando yo me senté con la primera iniciativa legislativa popular (IPL), me recibieron unos y otros y a todos les decía lo mismo: antes de ser de un partido, soy madre. Se reunieron todos menos el PSOE y Podemos.

P.- El Gobierno actual, ¿ampara a las víctimas?

R.-  No. Los únicos que me han atendido son del Partido Popular, que se hicieron cargo de esta reclamación porque no había otra manera. En el Gobierno no quisieron recibir nada. Todo fueron mentiras. Llegaron a recibirnos con el paso del tiempo para decir: lo siento, esto no lo apruebo. Ellos están en la reinserción, yo no. Ni los pederastas ni los terroristas caben en la sociedad.

P.- ¿Es compatible querer acabar con la violencia machista por parte de unos pero a la vez suavizar las condenas a los reos?

R .- Es una humillación. Es un pulso entre ellos que al final paga la sociedad.

P.- Después de tantos años, ¿aprende una madre a vivir con el dolor?

R.-  Yo tengo mucho dolor, un dolor que nunca se pasa. Esto es ya de por vida y lo único que haces es sobrevivir el día a día, porque tengo a mi marido y a mi hijo y a mi madre. Sobrevives, ya no vives.

P.- Los años de lucha no terminan nunca para las familias, para las víctimas…  

R.- Con mi hija se fue mi felicidad. La busco y no la encuentro. Lo único que quiero es que esto siga adelante. Que la prisión permanente revisable, ampliar las codenas, que no se meta en un congelador, que llegue hasta el final. Es lo único que los padres que hemos sufrido pedimos. Y vamos a llegar hasta el final para conseguirlo.