La globalización de la economía y el capitalismo neoliberal generó un amplio espectro de sintomatologías y fenomenologías delirantes, se perdió el fuelle de la dimensión espiritual, al mismo tiempo, los involucrados en la corrupción; heredaron una crisis de inestabilidad emocional y violencia de impacto en la sociedad.
La memoria histórica está llena de sangre con nuestras guerras intestinas, civiles, independentistas, revolucionarias, etcétera, pero la pregunta es, ¿cuál ha sido el motivo de éstas? Válidas en su mayoría, pues había una razón que competía a nuestra cultura, como puede ser la Guerra de Reforma, la propia Revolución y la Guerra Cristera, se ha transitado en procesos de identidades asesinas y memorias del mal, una resiliencia cultural en nuestra memoria colectiva.
Pensemos