NUEVA YORK – En los primeros 10 meses de la segunda presidencia de Donald Trump, que se cumplen este lunes, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha pasado por una brutal transformación, convirtiéndose en una de las agencias federales con más poder. La policía migratoria ha multiplicado su presupuesto significativamente en comparación con el de 2024 y está llevando a cabo una contratación masiva de agentes, a la vez que ha ampliado significativamente sus acuerdos de colaboración con cuerpos policiales estatales y locales, ha habilitado nuevos centros de detención y ha lanzado redadas y operativos a gran escala en algunas de las principales ciudades del país. Todo con el fin de cumplir con la promesa de campaña de Trump: ejecutar la “mayor deportaci

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