La capital venezolana fue escenario de una jornada histórica y emotiva con la masiva procesión en honor a los nuevos santos del país: San José Gregorio Hernández y Santa Carmen Rendiles. Ambos fueron canonizados en la madrugada por el papa León XIV en el Vaticano. Desde las primeras horas del día, miles de feligreses se reunieron en la Plaza La Pastora, punto de partida de esta peregrinación que recorrió las principales calles del centro de Caracas, culminando en el Santuario de Nuestra Señora de La Candelaria, donde descansan los restos del “Médico de los Pobres”.

La procesión avanzó entre cantos, oraciones, flores y estandartes que llevaban las imágenes de los nuevos santos, creando un ambiente de alegría espiritual y fervor religioso. Para muchos creyentes, este reconocimiento oficial de la Iglesia Católica reafirma una devoción que ha perdurado en el pueblo venezolano a lo largo de generaciones.

Un devoto, visiblemente emocionado, expresó: “Es una fiesta religiosa para toda Venezuela y el mundo, para que sepan que somos un país de paz, de armonía y de fe. Ellos siempre fueron santos para nosotros, pero ahora lo son también para el mundo entero”.

Los asistentes coincidieron en que este evento representa una oportunidad para unir a los venezolanos en la fe, la esperanza y la solidaridad, valores que San José Gregorio y Santa Carmen encarnaron en vida. Otro participante añadió: “Vamos a compartir nuestra fe con el mundo. Somos Venezuela libre, una Venezuela de amor y de fe”.

La movilización, que contó con la presencia de autoridades eclesiásticas, religiosas y culturales, se convirtió en una demostración masiva del fervor nacional hacia los primeros santos venezolanos. Con la canonización del Médico de los Pobres, símbolo de humildad y servicio, y de Santa Carmen Rendiles, ejemplo de caridad y formación cristiana, Venezuela celebra un hecho sin precedentes que marca un nuevo capítulo en su historia espiritual y cultural.