Ejecutar, ejecutar, ejecutar . Ese es el mantra que suele apoderarse del último tramo de las anualidades, previo al cierre del periodo presupuestal de una vigencia.
Probablemente sea lo mismo que ocurra ahora, pues faltan dos meses para que se acabe el año y, según análisis del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, la plata destinada a la inversión pública, que son las obras que espera el ciudadano, no llega ni al 50 %.
Ese componente del presupuesto de la nación es, en últimas, el que más importa, puesto que los otros dos: pago de deuda y funcionamiento del Estado, no hay manera de que no se ejecuten, ya que son obligaciones inaplazables .
Para la inversión, los recursos establecidos en la vigencia ascienden a 84 billones de pesos , la menor cifra entre las tres grand