Este domingo 26 de octubre, la imagen del Señor de los Milagros volverá a recorrer las calles del Callao después de casi 22 años. Este evento, que promete conmover a miles de fieles, es una de las manifestaciones religiosas más grandes del país. La última vez que el Cristo de Pachacamilla estuvo en el Callao fue el 23 de octubre de 2003. Desde entonces, muchas generaciones han esperado este momento. La procesión se llevará a cabo a través del Nazareno Móvil, un vehículo adaptado para trasladar el anda por diversas avenidas de Lima y el Callao. Esto permitirá una participación masiva de los devotos. El alcalde provincial del Callao, Pedro Spadaro, destacó la importancia del evento, afirmando que “este retorno no es solo un acto religioso; es un reencuentro con nuestras raíces y con aquello que nos une como pueblo chalaco”. La procesión comenzará a las 6 de la mañana, cuando la imagen salga del Santuario de las Nazarenas en el Cercado de Lima. El recorrido incluirá las avenidas Tacna, Nicolás de Piérola, Óscar R. Benavides, Tingo María, Mariano H. Cornejo, Universitaria y La Marina. Al llegar al Callao, el Nazareno Móvil continuará por las avenidas Guardia Chalaca, Sáenz Peña y Pacífico, donde se celebrará una misa en honor al Señor de los Milagros. Después de la ceremonia, el anda regresará a Lima siguiendo la misma ruta. Este recorrido ha sido cuidadosamente planificado para que los fieles de diferentes distritos puedan acompañar al Cristo Moreno. En cada punto del trayecto, se espera la presencia de grupos de oración, bandas musicales y hermandades que acompañarán el evento con incienso, flores y cánticos tradicionales. Durante todo octubre, el Santuario Monasterio del Señor de los Milagros de Nazarenas ofrece un amplio programa litúrgico. Las misas se celebran a lo largo del día en varios horarios, y el templo permanece abierto desde las 5:45 a.m. hasta las 10 p.m. Además, se realizan rezos del Santo Rosario y se ofrece el sacramento de la confesión. Con la visita al Callao, el Señor de los Milagros renueva su vínculo con los fieles del puerto, en una fecha que quedará grabada en la memoria colectiva de una comunidad que ha mantenido la esperanza de volver a verlo cruzar sus calles.