Al presidente Donald Trump se le ha calificado a menudo como una bola de demolición política por su estilo poco ortodoxo. Ahora el mandatario estadounidense comenzó este lunes literalmente obras de demolición en la Casa Blanca.
Equipos de trabajo derribaron parte del ala este de la Casa Blanca, mientras Trump anunciaba el inicio de las obras de un nuevo y enorme salón de baile que costará 250 millones de dólares.
Trump dijo que el nuevo salón de baile será financiado con fondos de donantes privados.
Una excavadora mecánica arrasó la fachada del ala este y dejó al descubierto un amasijo de mampostería rota, escombros y cables de acero, constataron periodistas de la AFP presentes en el lugar.
“Justo en el otro lado hay una construcción que pueden oír ocasionalmente”, dijo el mandatario