La pesadilla de los vecinos de la Plaça Santa Pagesa de Palma ha llegado a su fin. Tras meses de lucha en los juzgados y de protestas vecinales por los ruidos y las fiestas que tenían lugar en un piso okupado de la zona, la vivienda ha sido definitivamente liberada y su propietaria ha recuperado el piso que llevó el pasado verano al resto de residentes en el bloque y a otros próximos a manifestar su hartazgo colgando llamativas pancartas en las fachadas contra los okupas y quejándose de la situación que sufrieron durante un largo espacio de tiempo.
La dueña de la vivienda okupada, que espera a sus nuevos inquilinos tras ser alquilada , confirmó que días atrás una comisión judicial acudió para ejecutar la salida de los okupas y la recuperación del piso por parte de su titular. U