El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha abandonado este martes su domicilio en el distrito XVI de París acompañado de su esposa, Carla Bruni, para dirigirse a la prisión de La Santé, donde comenzará a cumplir una condena de cinco años de cárcel por corrupción y financiación ilegal. Las imágenes muestran a la pareja caminando de la mano, en silencio, tras despedirse de su vivienda rumbo a la cárcel.
Bruni, vestida de negro y con semblante serio, permaneció a su lado en todo momento, sin realizar declaraciones, hasta el abrazo antes de que Sarkozy se apeara al coche oficial que le transportó a la prisión. La artista había publicado horas antes en redes sociales un mensaje de apoyo a su marido, acompañado de la canción Les séparés, en el que evocaba el dolor de la distancia y el silencio