La discusión sobre la legalización de la eutanasia en Uruguay tuvo nombres propios. Hubo personas que se animaron a dar su testimonio para lograr que esta práctica sea legal. Uno de estos relatos fue el de Pablo Cánepa, un hombre de 39 años que sufre una enfermedad rara: ataxia cerebelosa. En sus palabras, morir sería alcanzar la paz.

El senador Ope Pasquet, que fue uno de los promotores de la legalización de la eutanasia, llevó el nombre de Cánepa a la discusión de la semana pasada en el Senado, que terminó con la legalización de la eutanasia.

“Pienso ahora en Pablo Cánepa. Ese hombre de 39 años que desde los 35 está postrado en una cama a causa de una enfermedad del cerebelo desconocida, pero implacable. Y que repite desde hace mucho tiempo que lo que quiere es morir”, dijo Pasquet al

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