En un fallo histórico, la Corte reafirmó la ley de 2024 que prohíbe las corridas de toros en Colombia y amplió la medida para que también incluya el combates de gallos.
La decisión generó tensión entre defensores de la tradición taurina (que afirman apoyar a miles de familias y un patrimonio cultural) y organismos de derechos de los animales que celebran el fin de lo que consideran una práctica de maltrato.
Aunque la prohibición completa se implementará para 2027 (toros) y 2028 (gallos), el fallo ya marca un giro dramático en lo que se ha considerado “cultura” hacia una concepción más ética de entretenimiento y espectáculo público.