El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha planteado la creación de un salario mínimo común para los países de la Unión Europea. Esta propuesta fue presentada durante su intervención en el congreso del Partido Socialista, que tuvo lugar el pasado sábado en Ámsterdam. La idea de un salario mínimo común busca establecer un acuerdo sobre las retribuciones laborales entre los diferentes Estados miembros. Actualmente, los salarios mínimos varían significativamente en la UE, desde los 551 euros mensuales en Bulgaria hasta los 2.704 euros en Luxemburgo. En España, el salario mínimo interprofesional (SMI) se sitúa en 16.576 euros anuales, distribuidos en 14 pagas de 1.184 euros, lo que representa un aumento del 61% desde 2018. Esta cifra beneficia a aproximadamente 2,4 millones de trabajadores, según datos del Ejecutivo. Los salarios mínimos nacionales son aplicables por ley a todos los empleados de un país y se presentan como tasas salariales mensuales antes de deducciones fiscales y de seguridad social, que varían entre los Estados. Según Eurostat, 22 de los 27 países miembros de la UE tienen un salario mínimo nacional. Solo cinco países carecen de una ley que regule las retribuciones mínimas: Dinamarca, Italia, Austria, Finlandia y Suecia. Entre los países candidatos y potenciales, siete tienen un salario mínimo nacional, incluyendo Montenegro, Moldavia y Ucrania, mientras que Bosnia y Herzegovina, Georgia y Kosovo no lo tienen. Eurostat clasifica los salarios mínimos en tres grupos: los que superan los 1.500 euros, los que están entre 1.000 y 1.500 euros, y los que son inferiores a 1.000 euros. En el primer grupo, con los salarios más altos, se encuentran Luxemburgo, Irlanda, Países Bajos, Alemania, Bélgica y Francia, con sueldos que oscilan entre 1.802 euros en Francia y 2.704 euros en Luxemburgo. En el segundo grupo están España, Eslovenia y Polonia, con salarios que van desde los 1.000 euros en Chipre hasta los 1.381 euros en España. Por último, en el grupo de los salarios más bajos se encuentran Croacia, Malta y Bulgaria, con sueldos que varían entre los 551 euros en Bulgaria y los 970 euros en Croacia. A pesar de las diferencias en los salarios mínimos entre los Estados miembros, estas disparidades se reducen al considerar el poder adquisitivo. Según las normas de poder adquisitivo (EPA), los países con salarios mínimos se agrupan de manera similar. En el grupo superior, con salarios mínimos superiores a 1.500 EPA, se encuentran Luxemburgo, Alemania y España, con salarios que oscilan entre 1.500 EPA en Polonia y 2.035 EPA en Luxemburgo. En el grupo intermedio, con salarios entre 1.000 y 1.500 EPA, están Eslovenia, Rumanía y Grecia, con salarios que van desde 1.001 EPA en Hungría hasta 1.417 EPA en Eslovenia. La propuesta de Sánchez podría abrir un debate importante sobre la armonización de los salarios en la UE, buscando mejorar las condiciones laborales en toda la región.
Sánchez propone un salario mínimo común en la UE

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