La crisis por los fallos en el programa de cribado de cáncer de mama en Andalucía ha alcanzado un nuevo nivel tras la denuncia de la asociación Amama ante la Fiscalía. La organización, que representa a mujeres con cáncer de mama, acusa a las autoridades de la desaparición y manipulación de historiales médicos de pacientes oncológicas. Este martes, la Junta de Andalucía admitió una "incidencia técnica" que impidió temporalmente el acceso a imágenes e informes médicos a través de la aplicación ClicSalud. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) aseguró que esta incidencia no implica el borrado ni la pérdida de pruebas o historiales clínicos. "Una vez restablecido el servicio, los usuarios podrán consultar, descargar y acceder a dicha información", afirmaron. Sin embargo, muchas mujeres denunciaron que no podían acceder a sus mamografías y ecografías en ClicSalud ni en la plataforma Diraya, el sistema de gestión del SAS. Ángela Claverol, presidenta de Amama, explicó que han desaparecido menciones importantes en los informes, como la clasificación BI-RAD3, que indica lesiones dudosas. "Han borrado el nombre de los radiólogos en algunos casos", añadió. La asociación presentó pruebas gráficas junto con la denuncia y solicitó que se cite como testigo a un profesional del SAS que habría informado sobre estas alteraciones. Claverol subrayó que la imposibilidad de consultar las pruebas y los cambios detectados "pueden impedir la investigación judicial". "Estamos dejando en un estado de indefensión a muchas mujeres que quieren denunciar su caso", afirmó. El nuevo consejero de Sanidad, Antonio Sanz, negó cualquier manipulación de los historiales. "En ningún caso se ha eliminado ninguna prueba ni ninguna historia clínica", aseguró. Sanz pidió a Amama que dejara de lanzar infundios y desprestigiar al sistema público de salud. La Consejería atribuyó los problemas a un aumento en el acceso de usuarios a la aplicación ClicSalud, lo que provocó la incidencia técnica. Inicialmente, la Junta informó de tres casos detectados, pero luego amplió la cifra a 2.000, la mayoría vinculados al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Sin embargo, Claverol cuestionó esta cifra, afirmando que son más de 2.000 y que siguen recibiendo llamadas de pacientes afectadas. El conflicto se centra en los resultados BIRADS-3, que requieren una segunda prueba de contraste. Aunque el 98% de los casos son "probablemente benignos", el 2% pueden ser malignos. Claverol denunció que el cambio de terminología de "lesión sospechosa" a "probablemente benigna" genera confusión entre las pacientes. Han pasado 24 días desde que se conoció el fallo, y la Junta aún no ha proporcionado una solución definitiva a la crisis.