El Tribunal Superior de Bogotá ha absuelto al expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez de los delitos de soborno a testigos y fraude procesal. Esta decisión se produjo el martes, revocando una condena anterior que lo había sentenciado a 12 años de prisión domiciliaria. La defensa de Uribe había apelado la sentencia impuesta por la jueza Sandra Heredia, quien lo había convertido en el primer exmandatario colombiano condenado penalmente.

El tribunal, al leer el fallo, destacó errores en la metodología utilizada en la sentencia original. El magistrado Manuel Antonio Merchán señaló que "la ausencia de prueba directa inferencial sobre la falsedad y artificio idóneo impide configurar el tipo penal de fraude procesal". La decisión de absolver a Uribe se basa en la falta de pruebas que acrediten su culpabilidad en los delitos que se le imputaban.

El caso se remonta a 2012, cuando el senador Iván Cepeda acusó a Uribe de tener vínculos con grupos paramilitares. En respuesta, Uribe demandó a Cepeda por supuesta manipulación de testigos. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia decidió abrir un proceso contra Uribe al encontrar indicios de que él había intentado manipular testigos para evitar ser vinculado con el paramilitarismo.

A pesar de la absolución, el caso no ha terminado. La contraparte aún puede presentar un recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia, que revisará el caso iniciado hace 13 años. Uribe, de 73 años, ha mantenido su inocencia y ha afirmado que es víctima de una persecución política por parte de la izquierda, actualmente en el poder bajo el presidente Gustavo Petro.

El exmandatario, quien gobernó Colombia entre 2002 y 2010, sigue bajo la lupa judicial, ya que su nombre está vinculado a otras investigaciones relacionadas con la creación y financiación de grupos paramilitares. La decisión del Tribunal Superior de Bogotá ha generado un debate en la opinión pública colombiana, que ha estado dividida sobre este caso desde su inicio.