La narradora, considerada una celebridad en su país y una de las voces más reconocidas en EE UU, regresa con una nueva novela después de un silencio en la ficción de casi diez años

Chimamanda Ngozi Adichie (Enugu, Nigeria, 48 años) llega al hotel del centro de Madrid a la una de la tarde y se sienta sonriendo a una mesa en la cafetería. Esta mujer simpatiquísima es una auténtica celebridad en su país. Y una de las novelistas más reconocidas en África y EE UU, su segunda patria. En Medio sol amarillo (2005, Random House) narró una parte de la historia de Nigeria, la guerra de Biafra, con una maestría deslumbrante, y en Americanah (2013, Random House) contó las aventuras-desventuras de una mujer joven africana en EE UU y las aventuras-desventuras de la misma joven africana de vuelta a

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