El Deportivo Pereira volvió a tropezar en una temporada que, lejos de consolidar un proyecto, deja más dudas que certezas. La eliminación ante Envigado en los cuartos de final de la Copa Colombia, tras caer en penales en el Hernán Ramírez Villegas, simboliza el reflejo de un equipo sin contundencia, sin rumbo claro y que parece haber perdido la identidad que lo llevó a ser protagonista hace apenas un par de años.

El cuadro dirigido por Rafael Dudamel no supo sostener la ventaja ni cerrar una serie que tenía a su favor. El agónico gol de Samy Merheg y la posterior derrota desde el punto blanco fueron la estocada final para un plantel que repite errores: falta de concentración en momentos clave, escasa efectividad ofensiva y una preocupante fragilidad mental cuando el partido exige jera

See Full Page