MORELIA, Mich., (apro).- El empresario limonero Bernardo Bravo, asesinado el lunes 20, no contaba con seguridad personal de escoltas y tampoco tenía vehículo blindado, según personas del círculo cercano a éste y su familia, lo que contradice las versiones de diversas autoridades que señalan que tenía protección.
Familiares del líder limonero se habían mudado recientemente a vivir a Morelia, por seguridad y ante la lluvia de amenazas de muerte para el presidente de la Asociación de Citricultores y su familia.
En conferencia de prensa, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla aseguró que el domingo pasado Bernardo Bravo viajó de Morelia a Apatzingán por la mañana y dijo que lo hizo “acompañado de su escolta”, pero que al llegar al Tianguis limonero cambió de vehículo y pidió a sus hombres que