Las redes sociales pueden ser un gran altavoz para la divulgación médica . Joaquín Puerma, endocrino de 35 años que vivió en Estepona hasta los 18, está convencido de que la medicina y la comunicación pueden ir de la mano. Defiende que su profesión combina sentirse "útil" y ayudar con el aprendizaje constante de cosas nuevas cada día. Durante la pandemia comenzó a compartir consejos médicos en Instagram, descubrió que acercar la información a la gente de forma sencilla es importante y, desde entonces, acumula más de 40.000 seguidores .

"Me gusta que cuando hay un problema poder ofrecer una solución definitiva ", explica en una entrevista con este periódico. A veces, dice, se trata simplemente de acompañar o de "hacer que el proceso sea lo más fácil posible". Otras veces, sin embar

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