Una empresa estadounidense llamada Atomic-6 ha puesto sobre la mesa una tecnología que podría marcar un antes y un después en las operaciones espaciales. Se trata de una "armadura espacial" diseñada no solo para proteger satélites de la chatarra que puebla la órbita, sino también a los astronautas en sus misiones.

La amenaza más inmediata y tangible se encuentra ya en el espacio: que convierte el entorno terrestre en un campo de minas. Se calcula que unos 170 millones de fragmentos son demasiado pequeños para ser localizados, a los que se suman otros 25.000 objetos de mayor tamaño que sí están bajo vigilancia, convirtiendo la órbita en un auténtico vertedero de alta velocidad .

Una coraza que absorbe la metralla sin crear más escombros

Este caos provoca que los controladores de tr

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