¡Que nadie las calle nunca! Algo irónico, pero eso es lo que parecen decir muchos que opinan diferente a lo que mujeres berracas deciden contar o “destapar” contra gobiernos de izquierda, contra falsas democracias que quieren restringir su pensamiento, su opinión, su actuar, su libertad y su verdad.
En Venezuela, una María Corina Machado, que no se dejó amedrentar, que no se rindió, aunque el gobierno de Nicolás Maduro y su dictadura, la trató de callar de diferentes formas; ella siguió adelante, llevando esperanza, uniendo a la oposición dispersa, para enfrentarse con coraje a lo que parecía imposible, no se rindió y el pueblo la apoyó como tabla de salvación única, para dejar atrás el miedo, el hambre, la persecución y la ruina, a la que están sometidos desde hace más de dos décadas.