no contempla los museos como meros receptáculos de conservación de objetos y considera que la vertebración y la vigencia de estas instituciones son las preguntas, para él, cruciales para sustentar su razón de ser y su existencia. « Cada generación plantea nuevas interrogantes, las propias de su época, y hay que responderlas , en el caso de una institución museística, con la colección. Es lo que mueve a una renovación constante de su despliegue de sus obras y cómo las conectas con las cuestiones que plantea el siglo XXI acerca de nosotros mismos, nuestro pasado reciente y el distante. ¿De dónde venimos? Generalmente, esta respuesta es una construcción, pero es algo que periódicamente, como comunidades, nos replanteamos con nuevos datos, con nuevos intereses, nuevas perplejidades».
Antoni