Luego de años de presión por parte de organizaciones defensoras de los derechos animales y activistas ciudadanos, se logró un cambio histórico: queda prohibida la venta de animales vivos en el Mercado de Sonora , uno de los puntos de comercio más emblemáticos —y también más denunciados— en la capital. La resolución fue dictada por el Tribunal de Justicia Administrativa de la CDMX, el cual determinó que la alcaldía Venustiano Carranza tiene la obligación legal de proteger a los animales por ser seres sintientes.
La decisión fue impulsada a través de un amparo promovido por la organización animalista «Va por sus Derechos» , la cual celebró la sentencia como una victoria largamente esperada en la lucha contra el maltrato y la comercialización de seres vivos en condiciones deplorables.