Se terminó la paciencia. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , le soltó la mano a la diplomacia y activó este miércoles un duro paquete de sanciones contra Rusia , apuntando al corazón de su maquinaria de guerra: las petroleras Rosneft y Lukoil. La decisión se precipitó un día después de que se cancelara la esperada cumbre con Vladimir Putin en Budapest, un encuentro que Washington dio de baja expresando su profunda "decepción" por la falta de avances.

El encargado de ponerle palabras a la frustración de la Casa Blanca fue el secretario del Tesoro, Scott Bessent . Aseguró que Trump llegó a la conclusión de que Putin no estaba siendo " honesto y franco" en las negociaciones para frenar la invasión a Ucrania. "Dada la negativa del presidente Putin a poner fin a e

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