Los retoques estéticos de Isabel Preysler llevan años siendo materia de tertulia nacional, casi tanto como sus romances o sus encuentros sociales. Cada aparición pública reaviva el eterno debate: ¿tratamiento nuevo o milagro genético? Lo cierto es que siempre ha mantenido esa imagen impecable que parece resistir el paso del tiempo, ayudada, por qué no decirlo, también de los avances en edición fotográfica digital.

Ni una arruga fuera de lugar. Una piel jovial que alimenta la curiosidad y las conjeturas del público , dividido entre quienes la admiran como un símbolo de elegancia y quienes analizan cada foto en busca de pistas quirúrgicas.

A sus 75 años, Isabel Preysler ha decidido dar un paso al frente y sincerarse por primera vez sobre sus retoques estéticos. Lo ha hecho en “Mi verda

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