El titanio ruso sigue siendo un factor clave de la geoeconomía mundial, siendo además un ejemplo claro de la intersección entre la economía, la política y la estrategia global .

Es un hecho que, a pesar de las importantes sanciones de la Unión Europea a Rusia, 19 paquetes de sanciones llevan ya, las empresas europeas a diferencia de las de otros países, EEUU que lo prohibió en septiembre de 2023, siguen comprando titanio ruso porque no está sujeto de momento a sanciones.

Aunque el titanio fue descubierto en 1791, no es hasta 1932 cuando William Kroll consiguió extraer titanio puro a escala industrial calentando cloruro de titanio con magnesio . El resistente titanio es un 45 % menos denso que el acero y es clave para la construcción de submarinos y aviones, así como para las cápsulas espaciales y el transbordador por su resistencia al calor de la reentrada en condiciones extremas . Por su bio compatibilidad , el titanio es además perfecto para los implantes óseos y dentales, las prótesis de cadera, los tornillos y los marcapasos.

Pero donde hay una gran dependencia del titanio, es principalmente en el sector aeroespacial , donde el titanio de grado aeronáutico es esencial para la fabricación de aviones , sus alas y motores, debido a su ligereza, resistencia y tolerancia a altas temperaturas donde Rusia es el mayor productor mundial de titanio integrado. Sin embargo, las sanciones occidentales por la invasión de Ucrania han impulsado esfuerzos para diversificar los proveedores, y hay actualmente grandes presiones para extender las sanciones al titanio ruso.

Antes de la invasión de Ucrania, la empresa rusa VSMPO-AVISMA propiedad del conglomerado de defensa nacional de Rusia, Rostec , suministraba alrededor del 65% del titanio para Airbus, que además de ser el principal fabricante europeo representa el 2% del PIB europeo y una cantidad significativa para la americana Boeing. La UE importó unos 370 millones de dólares en titanio ruso en el año 2022.

Inicialmente, el titanio fue excluido de las sanciones a Rusia para evitar disrupciones en la cadena de suministros de materiales críticos de la aviación civil, que representa dos tercios de la demanda europea y genera más de 400.000 empleos. Empresas como Airbus, bombardier y Safran presionaron para mantener dicho flujo de suministros, argumentando que no había alternativas inmediatas.

En los primeros cinco meses de 2024, las importaciones de titanio ruso a la Unión Europea cayeron un 22% interanual, hasta las 2.461 toneladas. Para el año 2025, se ha estimado una continuación de esta tendencia a la baja, con Airbus dependiendo ahora solo un 20% del titanio ruso frente al 60% previo, gracias a la diversificación hacia proveedores de los EEUU, Japón y Francia, donde la empresa con participación estatal del gobierno francés Aubert & Duval ha modernizado la producción metalúrgica de súper aleaciones de titanio y aluminio.

En 2024  Francia seguía apareciendo como el mayor comprador de titanio ruso, representando un tercio de sus exportaciones de titanio. Otros países como Alemania también lo importan , aunque en una menor cantidad.

Rusia produce el 13% del titanio esponja mundial y domina el procesamiento de alta calidad para la aviación. China con el 57% y Japón con el 17% son sus principales competidores, pero carecen de momento de la certificación o de la capacidad para aceptar suministros de una forma inmediata.

A fecha actual, octubre de 2025, el titanio ruso no está sancionado por la UE, a diferencia de otros metales de la misma procedencia como el aluminio , el cobre y el níquel. EEUU y Canadá sancionaron a VSMPO-AVISMA en el año 2024, aunque Francia obtuvo exenciones para Airbus y Safran para sus plantas de ensamblaje en Canadá.

En la actualidad, hay una creciente presión de analistas económicos, periodistas, eurodiputados y el gobierno de los EEUU para sancionar el titanio procedente de Rusia, argumentando que sus ingresos como los del gas o del crudo, financian la máquina de guerra rusa .

En este sentido un informe de la Comisión Europea de enero de 2025 apuntaba a la « circularidad » o reciclaje para reducir las importaciones en un plazo de 5 a 7 años. La UE exporta el 70% de su chatarra de titanio a los EEUU para reprocesar.

Y mientras tanto, Kazajistán está aumentando sus exportaciones a Europa; En paralelo, Francia, los EEUU y Bahréin están invirtiendo para aumentar su capacidad, un terreno en el que Ucrania podría ser un jugador futuro con sus importantes depósitos .

La estrategia europea todavía necesita contar con el titanio los próximos años, pero por ahora, la transición está siendo muy gradual para evitar las subidas bruscas de precios . Las previsiones del sector son que el mercado global de titanio crecerá hasta los 52.500 millones de dólares para el año 2032.

Esta crítica dependencia del titanio genera importantes vulnerabilidades geopolíticas y Rusia que lo sabe, usa también el titanio como una palanca. Sin embargo, la diversificación avanza, y la aviación europea prioriza la estabilidad y aguanta los contratos.

La abundancia de reservas de titanio en Rusia, junto con su capacidad de producción avanzada, le otorga una posición dominante en el mercado global, lo que le confiere una ventaja geoestratégica significativa que está dispuesta a utilizar como una verdadera arma geopolítica .

Esta dependencia de las cadenas de suministro rusas pone de manifiesto la interconexión entre los recursos naturales escasos y el poder económico, ya que el control del titanio puede influir en las dinámicas comerciales y en la política internacionales .

Las sanciones impuestas a Rusia, especialmente tras el conflicto en Ucrania, han generado tensiones en el mercado global del titanio, evidenciando su importancia geoeconómica. Las restricciones comerciales y financieras han buscado limitar las exportaciones rusas, pero la dependencia de Occidente del titanio ruso ha complicado la aplicación total de dichas sanciones.

Por ejemplo, numerosas empresas aeroespaciales se han enfrentado dilemas geoeconómicos en el proceso de diversificación. Las alternativas analizadas implican mayores costes y nuevos plazos de suministro más prolongados. Los suministros procedentes de Japón o China, no siempre pueden igualar la escala o la calidad del titanio ruso, incluso en estos tiempos de grandes cambios se han dado casos de fraude con titanio de mala calidad que no cumple con los requisitos necesarios.

Además, las sanciones han incentivado a Rusia a fortalecer sus lazos comerciales con otros países no alineados con Occidente, como China e India , redirigiendo sus exportaciones de titanio y consolidando nuevas alianzas económicas con estos grandes consumidores. Este cambio en los flujos comerciales está reforzando además la capacidad de Rusia para mitigar el impacto de las sanciones occidentales sobre su economía, manteniendo su relevancia en el mercado global.

A largo plazo, la importancia geoeconómica del titanio ruso plantea tanto desafíos como oportunidades para el equilibrio global de poder. Las sanciones han acelerado los esfuerzos de los países occidentales por desarrollar fuentes alternativas del titanio que necesitan, así como en las tecnologías de reciclaje, pero la transición es muy lenta y costosa , lo que otorga de momento a Rusia una gran ventaja temporal.

Sin embargo, la dependencia de este recurso también expone a Rusia a riesgos, ya que una sobre dependencia en las exportaciones de titanio podría debilitar su economía si los nuevos mercados alternativos no compensan las pérdidas de contratos e ingresos procedentes de Occidente.

En este contexto, el titanio se convierte en un instrumento de negociación en las relaciones internacionales, donde las sanciones no solo afectan a Rusia, sino que también generan repercusiones en las cadenas de suministro globales, aumentando los costes y retrasando proyectos estratégicos en determinadas industrias críticas .

Además de Rusia, varios países destacan en la exportación de titanio, principalmente en formas como esponja de titanio usada en la industria aeroespacial y manufacturera , minerales de titanio como ilmenita y rutilo y óxidos de titanio.

Basado en datos de producción y exportaciones del año 2023, que son indicadores cercanos de exportaciones ya que la mayoría de la producción se destina a mercados internacionales , este sería el ranking de los cinco primeros países por volumen aproximado de producción y exportación de titanio esponja y minerales procesados.

China es el líder absoluto con una producción de aproximadamente 220,000 toneladas métricas de esponja de titanio en 2023, y exportaciones significativas de óxidos de unos 100 millones de dólares. Es el mayor exportador global de productos derivados del titanio , abasteciendo industrias químicas y manufactureras.

Japón ocupa el segundo lugar con 60,000 toneladas de esponja de titanio producida, gran parte exportada a mercados como EEUU y Europa para aplicaciones aeroespaciales . Sus exportaciones de titanio y aleaciones superan los 1,000 millones de dólares anuales.

Kazajistán produce alrededor de 40,000 toneladas de esponja de titanio, con exportaciones clave a través de empresas como UKTMP , enfocadas en metales refinados para la aviación y defensa.

Ucrania , con unas 25,000 toneladas de producción de esponja, es un exportador importante pese a sus desafíos geopolíticos, suministrando a cadenas globales de suministro .

Finalmente, Sudáfrica destaca en exportaciones de minerales de titanio con 570 millones de dólares en 2023, principalmente ilmenita y rutilo, que se procesan en otros países, pero representan un volumen masivo de materia prima exportada.

Estos países representan más del 80% de la oferta global no rusa, y su papel será crítico para diversificar los suministros a Europa ante sanciones a Rusia. Basado en los datos del mercado global de titanio, las tres empresas que más titanio utilizan son las siguientes. En primera posición, la compañía americana Boeing es la mayor consumidora de titanio, con un uso estimado de más de 10,000 toneladas métricas al año. Boeing depende del titanio para componentes estructurales en aviones como el 787 Dreamliner , donde representa hasta el 15% del peso del fuselaje.

La europea Airbus ocuparía la segunda posición, consumiendo alrededor de 9,000 toneladas anuales. Utiliza el titanio extensivamente en modelos como el A350 XWB, para sus alas, fuselaje y motores, por su ligereza y resistencia a la corrosión . Finalmente, la empresa norteamericana Lockheed Martin con un consumo aproximado de 7,000 toneladas al año, para uso prioritario en la industria de la defensa para la construcción de cazas de quinta generación como el F-35 Lightning II , donde el titanio es clave para sus estructuras de alta resistencia en entornos extremos.

Estas empresas y otras similares impulsan la demanda global, que supera las 200,000 toneladas de titanio por año.

Titanium bellum financiat

José Luis Moreno , economista ha sido director de Economía en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de Madrid. Analista económico y empresarial.