Mariano Moreno , el gerente de la caja B del PSOE que ha sido citado por el Tribunal Supremo , montó una campaña de donaciones y microcréditos ente la militancia, con la que -según los datos del partido- se recaudaron tres millones de euros . El motivo era, cuanto menos, llamativo: hacer un PSOE más ecológico frente al cambio climático. El plan se denominó Luz Verde y fue liderado con entusiasmo por Moreno.

El plan perseguía, de acuerdo a la información facilitada por el PSOE, la «transformación ecológica y digital» del partido. Fue aprobado en plena pandemia, en mayo de 2020, y contó con un ambicioso despliegue: «Tenemos la obligación de seguir estando en la vanguardia y dar respuesta urgente para salvaguardar el medio ambiente, la salud y la seguridad de la ciudadanía», enunciaron los socialistas, instando a la militancia a entregar sus aportaciones a través de «donaciones verdes» y «microcréditos verdes». Estos últimos, con un interés del 3% , muy superior al ofrecido por los bancos y por el propio PSOE en sus campañas de recaudación para las elecciones.

Los interesados podrían contribuir al plan socialista con entre 500 y 10.000 euros . Entre sus objetivos estaba reducir la «huella de carbono» en las sedes socialistas entre un 60% y un 90% en 2023; visualizar cómo puede ser la casa del pueblo del siglo XXI; mejorar la digitalización y aumentar la sostenibilidad en los actos del partido.

El propio José Luis Ábalos mostró públicamente su respaldo al plan, situando a los socialistas «a la vanguardia de ese ecologismo inteligente, moderno, sensato» y «alejado de planteamientos pintorescos», porque la conciencia ecológica «es una cuestión de supervivencia». Ábalos recordó asimismo el «compromiso» de Pedro Sánchez contra el cambio climático. El plan de Mariano Moreno instaba además a los militantes a ser «activistas medioambientales» en sus distintas agrupaciones, para lograr una mayor recaudación .

«Una máquina de recaudar»

Las campañas de este tipo lideradas por Moreno durante su etapa como gerente del PSOE están ahora en el punto de mira del Partido Popular. El partido de Alberto Núñez Feijóo sospecha del origen y destino del dinero obtenido por esta vía.

La portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz , recordó este martes que Moreno «en 2019 y 2020, en cuestión de semanas, de meses, recaudaba miles de euros a través de microcréditos». «Era una máquina de recaudar , no sé si va a poder aclarar el origen de ese dinero, si va a poder explicar cómo se hacían esos pagos, y si el origen de ese dinero era legal», aseveró la dirigente popular . En Génova ponen el foco en la posible existencia de la financiación ilegal del PSOE.

Además de la mencionada, Mariano Moreno lideró otras campañas, como la recaudación de más de 405.200 euros en donativos para «proyectos de investigación» sobre el Covid, o de 4,7 millones en microcréditos para las elecciones de 2019, prometiendo a los militantes un interés del 2,5%.

El ex gerente ha sido citado por el juez del Supremo Leopoldo Puente como testigo de la llamada trama del PSOE , por lo que deberá explicar el origen de los sobres con dinero que fueron entregados en Ferraz al ex ministro José Luis Ábalos, Santos Cerdán, y Koldo García.

Primarias

El ex gerente, como ha revelado además OKDIARIO , fue una pieza clave en las primarias del PSOE de 2017  que enfrentaron a Pedro Sánchez y Susana Díaz. Moreno filtró a Sánchez el censo de militantes para lograr los avales y poder lograr la secretaría general socialista. El actual presidente del Gobierno consiguió 49,8% de los votos para conseguir ser secretario general del PSOE, frente al 40,2% de Díaz.

Cuando Mariano Moreno filtró el censo llevaba ya más de una década trabajando para el PSOE. Había sido jefe de desarrollo e innovación, después de proyectos y en ese momento dirigía el servicio de atención al cliente. Dos meses después de que Sánchez fuera nombrado secretario general, fue ascendido a gerente, cargo en el que se mantuvo hasta 2021.

Cuando Santos Cerdán asumió la secretaría de Organización, volvió al puesto de director del servicio de atención al cliente durante tres meses, hasta que Sánchez lo recolocó en la presidencia de ENUSA, con un sueldo de 245.000 euros anuales, pese a su carencia de formación en la materia.