
Mi crónica de hoy va dirigida a uno de los personajes más interesantes de la sociedad y que sin embargo jamás ha hecho brillar su figura mostrándose en el gran mundo que ha confiado en él , no sólo la decoración y la arquitectura interior de sus casas. Jaume ha conseguido mucho más, sus clientes le han confiado su vida convirtiéndole en amigo, persona de confianza, en aquel al que recurrir cuando buscas una sonrisa franca y una mirada escrutadora pero también dulce.
Nos conocemos desde que nacimos, nuestros padres se conocían y también sus abuelos. Siempre, desde niño, sentí un respeto especial por esta familia que ha creado artistas desde que el abuelo Cortés decidiera ponerse a esculpir la madera, con la que trabajaba como carpintero y convertir aquellas piezas en esculturas que siguen conservando el árbol que llevan dentro. C uando uno las observa, y puede que hayan pasado cien años desde que fueron creadas, siente la sensación de que Mestre Paco con fuerza arrancó de un olivo esa pieza que vivía en él, pero nadie salvo su genio era capaz de ver.
Le sucedieron sus hijos aunque con el tiempo acabaron dividiendo su negocio, uno frente a otro, utilizando ambos el apodo con el que se les conoce a todos en Pollença, los Pacos o de Ca’n Paco , lo que no deja de ser un título de honor pueto que al nombrarlos se venera la historia de varios genios salidos de la misma cuna.
Hoy me centraré en Jaume, mi amigo desde la infancia, ese tipo de persona que está en tu vida aunque la veas de Pascuas a Ramos, pero que cuando el encuentro se produce el tiempo no existe, el lenguaje es el mismo y el respeto también, pero he de decir que en mi caso va in crescendo . He admirado a Jaume toda la vida y tenía motivos para hacerlo. Desde niño su genio ya se hacía notar participando en todas las manifestaciones culturales o folclóricas, las tradiciones de nuestro pueblo con autentica pasión. Eso es profundamente pollencí, ama a su pueblo como hay que amar, con pasión , aunque no estoy seguro de que este hecho encomiable haya sido positivo para su vida profesional.
Volvamos a los inicios. ¿Quién hacía el mejor belén, quién la mejor carroza de Reyes, el mejor fogueró , el mejor disfraz de la Rua carnavalera? Jaume, siempre Jaume. El dinamizador y ya entonces el maestro. Creábamos en la fábrica y tenía la generosidad de poner a nuestra disposición todo de lo que disponía la casa sin pedir nada a cambio. Sus amigos lo son de toda la vida, incluso su esposa hasta hace poco tiempo y con la que tiene dos hijos estupendos, ya casi adultos, lo fue desde los trece años. Una historia de amor y amistad digna de ser contada, pero debería pedirles permiso porque hay tanta belleza en la unión de los Cortés y los Morro que deberíamos imitar su elegancia en ambas.
La gran Joana Morro Cifre siempre apoyó a su marido, me temo que desde la sensatez y la herencia de provenir de una familia unida que se apoyaba y me consta se apoya en cada ocasión. Y las ha habido muy dolorosas o difíciles de gestionar en otras épocas frente a un pueblo conservador . Los Morro acogen a sus yernos como a hijos naturales y los tres se integraron en ese clan como deberíamos hacerlo todos, con amor, facilitando las cosas a los jóvenes en sus problemas, acogiendo a los nietos con la alegría de antes, conviviendo. Esa alegría se truncó con la muerte trágica de uno de ellos , el que se había casado el primero con una de las hermanas, la pequeña.
Jaume vivió ese dolor con una desolación que pocas veces he visto. Me hablaba de que habían almorzado juntos en la casa de su suegra, como todos los días, sentados a la mesa, haciendo familia. Una hora después ya no estaba, había fallecido en un accidente laboral estúpido en la que fuera la antigua fábrica de los Pacos. Las coincidencias a veces resultan odiosas por literarias que parezcan.
Me temo que ese hecho marcó un antes y un después en la vida de Jaume. El golpe definitivo a su amor de siempre llegó cuando los hermanos, Paco y Joan, decidieron venderlo, cerrar la vida de una familia que ha sido respetadísima por lo conseguido en belleza, estilo, respeto a lo viejo para ser reciclado cuando nadie hablaba de ello. Y fue Jaume quien consiguió el milagro de convertir una mesa camilla o una silla de toda la vida en la pieza más cool de la mejor de las casas . Su instinto, ése que ya admiraba desde que éramos niños, le llevaba a husmear en el futuro, a no parar para no estancarse y, sin embargo, con una idea clara, crear un estilo que permanecerá en el tiempo.
Ese estilo del que les hablo ha variado con los años pero jamás ha renunciado a lo que lo hizo distinto hace ya tantos años. El estilo de valorar lo nuestro, el ambiente que nos rodeaba desde hacía siglos, en las casas más humildes o en las más poderosas. No se tira nada, se mejora, se aprovecha para que siga teniendo vida, identidad, historia, nuestra historia. Se decora con lo que la naturaleza ofrece, ramas de pino, cactus , retama y la flor de temporada. Se utiliza la cal y el cáñamo con tratamiento de lujo y lo que fue un mostrador de Ca n’Oreano, mítica y bellísima mercería de Pollença, se convierte en consola auxiliar o en mesa para buffet.
El estilo está en que pese a que una puerta cambie de casa, aun salida de un contenedor de basura, sea convertida en la puerta que uno necesita para sentir el calor que nos regala el paso del tiempo cerca de nosotros. Convertido en modernidad.
Jaume ha triunfado, sus casas y muebles han sido publicados en las mejores revistas gracias a esas casualidades que se dan en la buena sociedad. Antes les decía que el amor a la familia, a los amigos de siempre podría no haberle beneficiado a nivel profesional. Estoy seguro, habría triunfado igual en Madrid y, pese a que vivió allí para formarse, siempre quiso volver a casa. Su casa somos todos, es esta isla que se conoce al dedillo , y eso que siempre se ha negado a conducir coches o motos, su medio es la bicicleta con cigarrito valiente en los labios, saludando a todos con gestos llenos de vida para llegar a la cosa que estuviera haciendo con la seguridad de que no se equivocaba. Tiene demasiado respeto por el valor histórico o material de cualquier cosa que intervenga.
Y acabo, fíjense en lo merecido de aparecer en estas crónicas que los más grandes le han copiado descaradamente y ha tenido que escuchar que el que copiaba era él. No señores, no, los genios mallorquines han de ser reconocidos, admirados y a ser posible queridos . Enhorabona Jaume per la teva vida de lluita constant, per ser tu sempre. Per ser en Jaume Paco.
Por cierto, nuestra casa familiar se distinguía, pero la suya no tenía rival. Sobre todo, el jamón de pata negra que se exhibía en la cocina para que cualquiera se pudiera cortar lo que quisiera. Fuimos criados para vivir los éxitos con mesura y las penas con dignidad y a ser posible a escondidas. Hoy me he saltado la regla y pido disculpas.