Hagamos algo de broma sobre nuestro imaginario histórico. En el mundo están los mallorquines, que somos nosotros; los catalanes, los forasteros y los extranjeros. Me dirán que también hay menorquines e ibicencos, y es cierto, pero son otra cosa. Los menorquins podrían ser mallorquines igual que nosotros, pero por desgracia suya viven en otra isla y la Tramuntana les da demasiado fuerte en la cabeza. De los eivissencs, qué les diré, son diferentes, descienden de fenicios y piratas milenarios. Hablemos ahora de los catalanes.

¡Ah, los catalanes! Por ellos sufrimos una gran división de pareceres. Tienen admiradores y encarnizados detractores, y todo porque liquidaron la dinastía de los reyes de Mallorca en el siglo XIV. Parece que fue ayer, no lo olvidamos. Los forasters son el resto de peni

See Full Page