El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, defendió su gestión ante el reciente paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), afirmando que la protesta se ha politizado. En una entrevista, Noboa declaró: "Lo dejaron de hacer como una lucha por la gente y se volvió una lucha política". El mandatario acusó a sectores de la Revolución Ciudadana, afines al expresidente Rafael Correa, de apoyar las movilizaciones y proporcionar "comida y asistencia legal" a los manifestantes. El paro, que duró cinco semanas, causó pérdidas millonarias en el sector agroexportador y bloqueó rutas en las provincias andinas del país. Durante las protestas, un comunero kichwua de 46 años, Efraín Fuerez, perdió la vida por impactos de bala, lo que la CONAIE calificó como "una gravísima violación a los derechos humanos". La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación sobre este caso. A pesar de que la CONAIE anunció el fin de la protesta, algunos sectores no acataron la decisión. El movimiento indígena denunció una "brutal represión", exigiendo la desmilitarización de las comunidades y la liberación de los detenidos. Noboa defendió el despliegue de fuerzas en Quito, argumentando que era necesario para evitar la toma de la capital. El detonante de la movilización fue la eliminación del subsidio al diésel, lo que generó reclamos económicos y sociales. Noboa anunció una reducción gradual del precio del diésel, pero enfatizó que esto no fue una concesión. "Con el sistema de bandas, el valor del petróleo y el combustible ya comprado, podemos predecir el cambio de precio", explicó. A pesar del cierre del paro, la CONAIE instó a votar por el "No" en el referéndum propuesto por el Gobierno, que incluye siete preguntas de reforma constitucional. Noboa confía en que la consulta popular contará con el apoyo de la ciudadanía, afirmando: "Estoy convencido de que la gente quiere un cambio real". Durante la entrevista, Noboa también se refirió a los ataques sufridos por su caravana presidencial en las provincias de Imbabura y Cañar. Aseguró que no se trató solo de "palos y piedras", sino que hubo cohetes caseros y bombas molotov. "Uno de estos cohetes caseros, te pega en el pecho o en la cabeza y te mata", advirtió. La CONAIE, por su parte, calificó el incidente como una provocación para criminalizar la protesta social. Noboa rechazó esta afirmación, asegurando que los operativos fueron actos de Estado con fines humanitarios. El presidente también abordó el reciente caso de un ecuatoriano que sobrevivió a un ataque en el Caribe, mientras Ecuador busca estrechar la cooperación con Estados Unidos para combatir el crimen organizado. Noboa afirmó que no hay pruebas de que el sobreviviente haya cometido un delito y que su gobierno espera información oficial de Estados Unidos antes de pronunciarse. La situación se enmarca en un contexto de creciente tensión y debate sobre la seguridad y la cooperación internacional en Ecuador.