La reciente “ Operación Caudal ”, desplegada por elementos de los tres órdenes de gobierno en 48 municipios del Estado de México , reveló una problemática que va más allá de los delitos ambientales y económicos: el grave impacto sanitario derivado del robo y la venta ilegal de agua no potabilizada .

El operativo permitió desarticular redes dedicadas al llamado “ huachicol de agua ”, las cuales extraían el recurso mediante pozos clandestinos o infraestructura irregular. De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México ( FGJEM ), el líquido era comercializado a precios inflados —hasta un 59% más caros que el promedio oficial— en municipios como Ecatepec, Cuautitlán, Tlalnepantla y Toluca.

Sin embargo, lo más alarmante es que el agua sustraída no pasaba por p

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