Durante sus 13 años en el poder, Xi Jinping ha reforzado constantemente su control sobre todos los resortes de la autoridad en China -el Partido Comunista de China (PCCh), el aparato estatal y el ejército-, al tiempo que ha ampliado la vigilancia a prácticamente todos los aspectos de la sociedad. Sin embargo, su reciente purga de nueve generales de alto rango, como las anteriores, demuestra que sigue viendo enemigos por todas partes.

Tras tomar el poder en 2012, Xi lanzó una ofensiva contra la corrupción en el seno del PCCh y del Ejército Popular de Liberación (EPL). La campaña fue popular al principio, porque el sistema unipartidista de China está plagado de corrupción y abuso de poder. Pero pronto quedó claro que su aplicación era muy selectiva: una herramienta no para construir un sist

See Full Page