Encontrar un espacio para dejar sus vehículos se ha convertido en "un auténtico dolor" para los vecinos de Begoña, quienes lamentan la inacción municipal desde hace años. La situación de este barrio de Fuencarral-El Pardo le hace asemejarse a una isla: rodeado por las vías del tren, la carretera de Colmenar y de una zona industrial, "no puede expandirse". Su proximidad a dos hospitales, el de la Paz y el Ramón y Cajal, y a las Cinco Torres y el intercambiador de Plaza de Castilla la hace muy atractiva para los conductores que desean dejar su coche en una zona sin coste alguno. "Somos un barrio receptor de vehículos que no quieren aparcar en la zona SER y vienen al barrio a las 6 de la mañana para, cuando sale un vecino a trabajar, dejar su coche", lamenta Hermenegildo, residente del barrio

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