La Dirección General de Tráfico ( DGT ) ha anunciado una nueva estrategia para regular la conducción en personas mayores de 65 años , un colectivo que en España suma más de cuatro millones de conductores activos . En lugar de retirar el permiso de forma automática por razón de edad, la DGT ha decidido implantar restricciones personalizadas basadas en las condiciones particulares de cada conductor.

Actualmente, alrededor de 250.000 conductores tienen ya inscritas limitaciones específicas en su carnet de conducir , con el objetivo de garantizar la seguridad vial sin discriminar por edad.

Cómo funcionan las restricciones personalizadas

Estas restricciones aparecen reflejadas mediante códigos numéricos en el reverso del carnet de conducir y responden a evaluaciones médicas y psicotécnicas. Algunas de las limitaciones más comunes incluyen:

  • Prohibición de conducir de noche .

  • Restricción geográfica , obligando a no alejarse del domicilio más de ciertos kilómetros.

  • Obligación de ir acompañado en el vehículo.

  • Uso obligatorio de gafas o audífonos durante la conducción.

Estas medidas permiten mantener la autonomía de movilidad de los mayores mientras se refuerza la seguridad en las carreteras . Según datos de la propia DGT, en 2023 se impusieron restricciones a 70.000 conductores , cifra que se suma a los 250.000 actuales con limitaciones activas.

No más accidentes, sino más experiencia

A pesar de los estereotipos comunes sobre los riesgos de conducir en la tercera edad, la DGT destaca que los mayores de 65 no protagonizan más accidentes que otros grupos de edad . Al contrario, muchos estudios revelan que la experiencia y la prudencia compensan la pérdida de reflejos .

Por ello, el organismo insiste en que estas restricciones no se basan en criterios edadistas , sino en análisis individuales que buscan equilibrar seguridad con derechos de movilidad.

Renovación del carnet y test psicotécnico

La DGT está valorando además reducir el periodo de vigencia del carnet para los mayores de 65 años. Actualmente, el permiso debe renovarse cada cinco años, pero se está estudiando rebajar ese plazo a dos años para someter a revisiones más frecuentes a este grupo.

Otra propuesta en estudio es endurecer el test psicotécnico necesario para la renovación , lo que permitiría detectar con mayor precisión alteraciones cognitivas, visuales o auditivas que podrían comprometer la seguridad al volante.

Reacciones del colectivo y expertos

Estas medidas han generado reacciones diversas . Por un lado, asociaciones de mayores han criticado la iniciativa por considerarla discriminatoria o edadista . "No se puede generalizar el riesgo por tener una determinada edad. Muchos mayores conducimos mejor que jóvenes distraídos o imprudentes", aseguran desde algunos colectivos.

Por otro lado, expertos en seguridad vial defienden la medida al considerarla más justa que una retirada automática del carnet , ya que permite analizar caso por caso y mantener a conductores aptos en circulación bajo condiciones seguras.

Un modelo exportable

La estrategia de la DGT ha sido bien recibida en otros países de la Unión Europea que también buscan modelos más flexibles y personalizados para la movilidad de los mayores . Se valora especialmente que no se prive de autonomía a quien aún es capaz de conducir con seguridad, aunque sea con ciertas limitaciones.

Con este enfoque, la DGT intenta equilibrar seguridad, autonomía personal y eficiencia normativa , adaptándose al envejecimiento progresivo de la población española , que, según proyecciones, tendrá una mayor proporción de conductores de edad avanzada en las próximas décadas.

La DGT ha optado por una vía intermedia y personalizada : no castiga la edad, pero vigila de cerca las capacidades individuales al volante. Las restricciones adaptadas , la posible reducción del periodo de renovación del carnet y la revisión del test psicotécnico componen una estrategia más justa, que puede convertirse en modelo internacional.