En redes sociales, abundan las selfies donde la gente revela su éxito con el GLP-1 mientras sus pómulos parecen haber pedido asilo político. Es como si la delgadez se hubiera llevado no sólo la grasa corporal, sino también la expresión relajada: cejas más marcadas, mandíbula afilada y un aire de ‘me olvidé de comer y de sonreír’.

Cada vez es más común encontrarse con la llamada “cara Ozempic”, ese nuevo rostro de moda que parece decir: “perdí 10 kilos y también mis mejillas”. En redes sociales, abundan las selfies donde la gente revela su éxito con el GLP-1 mientras sus pómulos parecen haber pedido asilo político. Es como si la delgadez se hubiera llevado no sólo la grasa corporal, sino también la expresión relajada: cejas más marcadas, mandíbula afilada y un aire de “me olvidé de comer y

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