Washington mantiene desde agosto un amplio despliegue en el Caribe, con

buques de guerra, grupos de combate y una flota naval y aérea de gran

envergadura. Aun así, lo que se ha registrado hasta ahora es el hundimiento de

algunas lanchas. No estamos, por el momento, ante un conflicto convencional.

Esa presencia militar masiva, sin embargo, cumple un objetivo preciso:

intimidar. La estrategia busca, en una primera fase, alcanzar los mismos

resultados de una invasión, pero mediante otros instrumentos, informativos y

psicológicos, orientados a fracturar y provocar un “quiebre” interno.

En el caso venezolano, el propósito final es precipitar un cambio de régimen

para reinsertar al Estado venezolano en el dispositivo geopolítico

estadounidense.

EL LABORATORIO

Los manuales del Pentágo

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