No hay nada más objetivo en el fútbol que lo que marca un resultado. La victoria son tres puntos, el empate se divide en una unidad para cada equipo y la derrota no tiene ninguna consecuencia a nivel de puntuación. A veces puede ser engañoso. Sobre todo, cuando la sensación, en términos generales, es la de que se mereció más de lo obtenido. El Levante lo sintió frente al Rayo Vallecano, sufriendo un 0-3 que desestabilizó la armonía y la felicidad provocada por la óptima progresión de la plantilla. Hizo falta una reacción, capaz de indicar que, pese a los tropiezos, el camino hacia la salvación es el correcto.
Todo salió a pedir de boca desde el inicio, pese a que las inclemencias climatológicas limitaron una práctica favorable para desarrollar el partido. En el ecuador del primer tiem

Levante-EMV

ALERTA El Diario de Cantabria
Deia
La Crónica de Badajoz
Cadena SER
AlterNet
9&10 News
Bossip Celebrity