La multitudinaria manifestación que, con motivo del aniversario de la dana, exigió la dimisión de Carlos Mazón en el centro de València, no estuvo exenta de obstáculos. Los organizadores denuncian un intento de boicot por parte del Ayuntamiento de València, gobernado por PP y Vox, para retrasar el inicio de la marcha y “desincentivar” a los participantes.
Las ganas de sumarse a la manifestación eran evidentes desde la cabecera, donde los organizadores debían explicar constantemente a las personas que querían sumarse por la parte delantera que debían hacerlo detrás de la pancarta principal, que portaban las víctimas. La marcha, convocada para las 18 horas formalmente, arrancó con más de media hora de retraso, y después avanzó lentamente dado el aluvión de participantes.
La portavoz de Intersindical, una de las 200 entidades convocantes, denunció durante la lectura del manifiesto un “intento de boicot” por parte de la Alcaldesa, María José Catalá. “Se informó que un concierto en la Plaza de la Reina impedía entrar hasta las 20.30 horas” en el recinto, apunta. “Quería retrasar para desanimar la ciudadanía. Ese acto no se realizó y en ningún momento avisaron. Como siempre: no avisaron”, denuncia la representante sindical.
Según la documentación a la que ha tenido acceso elDiario.es, la Unidad de Planificación de la Policía Local informó de actos que durante el 25 de octubre se solapaban con el recorrido de la protesta que podían afectar a la seguridad de los participantes. En concreto, consta el evento “Cien años de música y tradición”, con una asistencia de unas 100 personas, que ocuparía la parte central de la plaza de la Reina con 50 sillas para los músicos y espacio para el público entre las 18:30 y las 20:00 horas.
Cada vez que hay una manifestación, la Policía debe realizar un informe sobre todo aquello que pueda interferir en el recorrido o provocar algún conflicto, estudio que se hace también en caso de otros grandes eventos. Semanalmente se emite un informe sobre eventos en la ciudad. El aviso de suspensión de dichos actos, que corresponde al Ayuntamiento de València, nunca llegó.
Además, el consistorio de PP y Vox redujo notablemente las cifras de asistencia a la manifestación. Mientras la delegación del Gobierno apuntó a “más de 50.000” participantes, el consistorio informó de que, según la Policía Local, solo había 32.000 personas. En ambos casos, se ha trasladado la responsabilidad al Cuerpo municipal.
La coalición Compromís habla de manipulación de cifras por parte del gobierno local de PP y Vox a través de la Policía Local, que rebajó la asistencia de 50.000 a 32.000 personas. “La cifra que ofreció ayer la Policía Local de València sobre el número de asistentes en la manifestación es una auténtica vergüenza. La de ayer fue, junto con la primera, la manifestación con más apoyo para exigir la dimisión del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón”, señala su portavoz, Papi Robles.

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