En un contexto de creciente tensión en el Mar Caribe, Estados Unidos ha intensificado sus operaciones navales y de entrenamiento militar. Durante el mes de septiembre, las tropas estadounidenses han llevado a cabo ejercicios con fuego real en embarcaciones de guerra y operaciones anfibias. Estas maniobras están dirigidas principalmente a combatir el narcotráfico en el Caribe sur. Hasta ahora, se han destruido al menos ocho presuntas narcolanchas y se han neutralizado varios “narcoterroristas” que las tripulaban en aguas internacionales.

Por su parte, el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela ha respondido con ejercicios militares, argumentando la necesidad de proteger sus costas de posibles operaciones encubiertas de Estados Unidos. Durante el fin de semana, la televisión estatal venezolana mostró imágenes de estos operativos en los alrededores de Caracas. Vladimir Padrino López, ministro de Defensa del régimen, declaró: "Es importante la costa venezolana, toda la costa venezolana, para protegernos no solamente de las amenazas militares a gran escala, sino también protegernos del narcotráfico, protegernos de las amenazas terroristas, de protegernos de las operaciones encubiertas que pretenden desestabilizar a lo interno del país".

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana, leal al régimen, continúa con sus ejercicios militares en las costas de Venezuela, incluyendo movilizaciones hacia el puerto marítimo de La Guaira. En este contexto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha autorizado a la CIA para llevar a cabo operaciones dentro del territorio venezolano. Además, ha anticipado ataques terrestres para desmantelar al Cartel de los Soles, al que vincula directamente con Maduro, quien enfrenta una recompensa de 50 millones de dólares por su captura. La situación en la región se mantiene tensa, con ambos países mostrando su capacidad militar en un escenario de creciente confrontación.