Amor y devoción. Esos fueron los sentimientos que más se pusieron de manifiesto en la Misa Rociera celebrara para dar inicio a la festividad de la Virgen del Socorro. Fue una ceremonia cargada de mucha emoción que coincidió con la primera fiesta litúrgica de San José Gregorio Hernández.

Calas y rosas rojas engalanaron la imagen de la patrona de Valencia, como símbolo de la pasión y el amor sacrificado de la madre de Jesús, además de la devoción que se le tiene. Y fue justamente la palabra amor la que usó el párroco de la Catedral, Pedro De Freitas, para expresar que ese es el camino trazado por los santos y la virgen que conduce a los cambios necesarios que todos los ciudadanos deben hacer,

En su homilía, recordó que hay que hacer un ejercicio de reconocimiento honesto, “no se trata solo

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