El presidente de Estados Unidos ha demostrado que no le importan ya nada las críticas para lograr sus objetivos a como dé lugar. Ha roto todas las reglas de sus antecesores, persigue a sus oponentes con el peso de las leyes, demanda medios, despide oficiales incómodos, toma decisiones de generales y decide quién muere en aguas internacionales.

Recientemente ha acusado a la cúpula del gobierno mexicano y a muchos de sus servidores públicos de servir a los narcotraficantes por miedo o corrupción. Estados Unidos ha cancelado la visa de alrededor de cincuenta oficiales mexicanos que ellos consideran están relacionados con criminales.

Sin embargo, no se habla mucho de los problemas en su país. La corrupción está en todos lados. Oficiales veteranos de la Patrulla Fronteriza y el Departamento d

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