El periodista británico Sami Hamdi fue detenido el domingo por la mañana por las autoridades federales de inmigración de EEUU en el aeropuerto internacional de San Francisco . El Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (Cair) afirma que esta medida es una clara represalia por las críticas a Israel vertidas por el analista político musulmán durante su gira por Estados Unidos.
CAIR ha afirmado en un comunicado que detener a Hamdi por criticar la actual campaña militar de Israel en Gaza mientras participaba en una gira de conferencias por Estados Unidos es “una afrenta flagrante a la libertad de expresión”. Un miembro de la Administración Trump ha añadido en otro comunicado que Hamdi se enfrenta a la deportación.
“Nuestros abogados y socios están trabajando para abordar esta injusticia”, afirma el comunicado de Cair. La organización también insta al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos ( ICE ) a “dar cuenta inmediatamente del paradero del Sr. Hamdi y ponerlo en libertad”, afirmando que su único “delito” es criticar a un Gobierno extranjero al que Cair acusa de haber “cometido genocidio”.
La secretaria de Prensa del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, escribió sobre Hamdi en una publicación en redes sociales: “Se ha revocado el visado de esta persona, que se encuentra bajo custodia del ICE a la espera de su expulsión”.
La publicación de McLaughlin también decía: “No se permitirá trabajar ni visitar este país a quienes apoyen el terrorismo y socaven la seguridad nacional estadounidense”.
Durante su gira, Hamdi habló el sábado en la gala anual de la sección de Cair en Sacramento. Se esperaba que hablara el domingo en la gala de la sección de Cair en Florida.
La publicación de McLaughlin sobre la detención de Hamdi fue compartida por la aliada de la Administración Trump, Laura Loomer , quien se atribuyó el mérito de su detención.
Loomer, que se ha autodenominado “ defensora de los blancos ” y “orgullosa islamófoba”, ha difundido a menudo teorías de la conspiración, como la afirmación de que los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 fueron un “trabajo interno”.
En 2018, se encadenó a la sede de Twitter en Nueva York para protestar por el bloqueo de su cuenta. El multimillonario empresario Elon Musk restableció su cuenta después de comprar la plataforma de redes sociales en 2022.
«Como resultado directo de mi presión implacable sobre el [Departamento de Estado] y el Departamento de Seguridad Nacional, las autoridades estadounidenses han decidido ahora tomar medidas contra el estatus de visado de Hamdi y su presencia continuada en este país“, publicó Loomer en las redes sociales.
Hamdi es el último de los numerosos inmigrantes que han sido detenidos y deportados por ICE por sus opiniones a favor de Palestina. A principios de octubre, el periodista Mario Guevara fue deportado a El Salvador tras haber sido detenido mientras retransmitía en directo la multitudinaria protesta anti-Trump 'No Kings' de junio.
El 30 de septiembre, un juez federal nombrado durante la presidencia de Ronald Reagan dictaminó que la política del Gobierno de detener y deportar a académicos extranjeros por sus opiniones a favor de Palestina viola la Constitución de Estados Unidos y fue diseñada para coartar “intencionadamente” el derecho a la libertad de expresión.
Es probable que se recurra la sentencia, posiblemente hasta llegar al Tribunal Supremo de Estados Unidos, que está dominado por una mayoría conservadora gracias a los tres nombramientos de Trump. Mientras tanto, el Departamento de Estado ha afirmado que seguirá revocando visados en virtud de esta política.

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